,¿Te acuerdas de aquel anuncio de los noventa, cuando iba un explorador escalando por la ladera de una montaña y conocía una chica muy mona y resulta que la chica, en el encontronazo con él, arrugaba la nariz y ponía cara de asco?…
Era un anuncio genial, de un desodorante…»Rexona que no te abandona»…
Venía a decir: «vete preparado/a, que nunca se sabe cuándo llega una oportunidad»….
Bueno…pues te contaré algo
Cuando mi amiga Jimena era adolescente, su padre solía decirle: “como no te caiga un novio de un naranjo…”
Yo pensaba, que lo decía porque Jimena era muy tímida y a penas salía. De hecho, le costaba mucho trabajo hablar con otros chicos.
Parece que era así
Quiero decir, parece que su padre se lo debía decir por eso…
El caso es que, si pensamos en el confinamiento, los ERTEs, la distancia social, la pandemia, etc…nos relacionamos mucho menos que antes. Y entonces, también se hace más difícil, conocer a alguien. Tendría que caernos de un naranjo, o mejor dicho de una lámpara: por ejemplo, la del salón…
¿Esto nos haría más felices?
Si salimos ilesos del choque (“crush” para los ingleses), y es majo o maja, pues sería un aliciente, desde luego. Pero hay otras muchas cosas que mejorar: por ejemplo, sería bueno que mejorásemos nuestras habilidades para comunicarnos con los demás.
Y es que a veces, pensamos que una pareja o tal o cual acontecimiento, nos arreglaría la vida. Esto es relativo. Pero lo que es seguro, es que nosotros tenemos que hacer nuestra parte: aprender a relacionarnos mejor. No solo no está de más, sino que nos va a venir muy requetebién.
Si no, ya sabes, puede que te caiga encima una persona estupenda, y te pille sin lo básico aprendido…
Y tengo clara una cosa, no es porque no vaya a haber más personas ideales, para ti…ni mucho menos, estoy segura de que las habrá. Si no porque no somos seres eternos, y el tiempo es oro…
Cuanto antes aprendas, aquello que sea que tienes que aprender, mejor
Si no crees en la suerte, sino, más bien, en los métodos tradicionales o virtuales, mi recomendación es que vayas aprendiendo la manera de relacionarte con excelencia. Y que no te pille nadie en un renuncio.
Porque relacionarse bien, es mucho más que hablar…así que, ve preparándote, para cuando llegue tu oportunidad. Y también te servirá, en el caso de que te haya llegado ya, o para hacer florecer una bonita relación, día a día.
Si quieres ser hábil al relacionarte y que nadie arrugue la nariz, si no todo lo contrario, a eso me dedico exactamente, a enseñar cómo.
Para saber más, puedes empezar por apuntarte a mi lista de correo, más abajo.