Me refiero al día de la marmota.
Ese es el día que describen muchos de mis clientes.
En su casa, en la calle y en el trabajo…El día de la marmota.
Me escribió un correo una de mis lectoras, que después se convirtió en mi cliente.
“Hola Sandra, he leído uno de tus artículos del Blog y me siento identificada con lo que cuentas.
No puedo dejar de pensar en mi ex, bueno en realidad no sé siquiera si tuvimos una relación, me da que él nunca lo vio así. Pero yo sigo dándole vueltas siempre a los mismos temas y me siento mal, no encuentro paz.
Se portó fatal. Pero en un momento pienso una cosa y al momento siguiente pienso otra. No veo las cosas claras, no sé qué hice mal, no sé en qué me equivoqué. Siento que he fracasado de nuevo.
Me gustaría encontrar estabilidad, y calma duraderas.
He tenido experiencia con algún coach o psicólogo, algún especialista en terapias alternativas y he practicado técnicas de relajación.
Pero sigo mal. Y ya no sé qué hacer.
Me desahogo y pido consejo en las redes sociales, es como si tratara de encontrar consuelo en ellas. Un poco de afecto, como si las redes sociales fuesen la única vía de escape.
Pero a la vez me hace sentir muy mal las contestaciones y las personas que encuentro ahí también.
Por favor, me gustaría que me ayudaras”
Le pasa a muchas personas. Es duro y es muy humano. Y no tiene nada que ver con ser inteligente o con tener suerte. Para nada.
Y siguiendo con lo del día de la marmota. No solo afecta a tu vida en casa, y en la calle. También afecta a tu vida laboral.
Me refiero a que después de un tiempo así, tu sensación es de estar viviendo el día de la marmota, siempre igual, una y otra vez.
A veces, el desencadenante no tiene que ver con lo sentimental. A veces, el motivo es otro, también relacionado con otras personas.
Con relaciones.
Relaciones.
En casa, en la calle o en el trabajo.
Y con el paso del tiempo, ves que las cosas no se arreglan solas, es más: van a peor. Y para obtener los resultados que deseas, tendrás que empezar a hacer otras cosas.
Esas cosas son las que enseño a mis clientes. A eso me dedico. Para saber cómo acceder a ellas, suscríbete a mi lista de correos, más abajo: