Si alguien te cuenta que existe una capacidad humana, imprescindible para desenvolverte con éxito en muchas áreas de la vida, desde el trabajo en equipo, el liderazgo, la actividad comercial…, hasta la amistad, el enamoramiento y la paternidad…
Y que sin esa capacidad, que se puede aprender, vas a fracasar estrepitosamente, a la hora de relacionarte en dichas áreas…
Si, además, esa persona te enseña cómo llevar a la práctica, en 3 sencillos pasos, dicha capacidad, …pues sería genial.
Si te cuenta estas dos cosas, en una misma formación (entre otras muchas cosas), …pues estaría genial, genial…
Y además, que así, mejores la confianza con el otro, aumentando por ello, la probabilidad de llegar a buenos acuerdos, sin broncas, y sin sentiros rabiosos como ollas express…
Y querer volver a encontrarte con esa persona y esa persona contigo…(que os apetezca volver a veros y a hablar) pues…
genial, más genial todavía.
Y que haya respeto mutuo y afecto…que es lo que conlleva irremediablemente esta capacidad humana de la que te hablo…
Pues infinitamente genial…
Bien.
Hay una manera muy sencilla, pero sencilla de verdad, de hacer eso, y además es muy eficaz.
Cuando digo sencilla ¿qué significa?
Pues que para explicarla no harían falta 24 sesiones de coaching individual.
Que no necesito eso para explicártelo.
Lo explicaría de la siguiente manera… en 3 sencillos pasos
(exactamente, como lo hago en mi curso de comunicación, en la lección 2…):
1º
2º
3º
Y a continuación, te diría que fueras a hacer el Ejercicio del caso práctico que se incluye en la Lección 2.
Así de fácil…
En esas pocas líneas, podría ser explicada, una forma de aumentar la calidad de tus relaciones. Eso supone más salud, física y mental, y más dopamina en tu vida, que pasar a la siguiente pantalla, con el videojuego de tus sobrinos.
Esos puntos, están en la Lección 2 de mi curso online “Cómo comunicarse para ser feliz”.
Debo advertir, que este fabuloso y sencillo aprendizaje será especialmente útil para la gente que le motive la idea de mejorar sus relaciones interpersonales.
¿La razón?
Pues una vez se aprende el concepto, hay que llevarlo a la práctica. Hay que pensar cómo hacerlo en nuestras propias situaciones cotidianas.
Y para llevarlo a la práctica, hay que ponerle entusiasmo y repetir hasta hacerte hábil en su aplicación. Sin miedo. Ensayarlo, aplicarlo y repetirlo…
Te hablo, de una capacidad, que es el “abc” de las buenas relaciones humanas. Conocimiento de parvulario de las relaciones interpersonales, sin el cuál, deberían multar…
Y que, de los pocos que lo conocen y lo aplican, hay un mínimo porcentaje que lo aplica correctamente…
Estoy hablando de salud. Estoy hablando de los seres humanos: seres gregarios, para los cuales, relacionarse mal, no es una opción…Y esta capacidad es un “basic”, un “fondo de armario”, la sal en la cocina, el espejo en el baño, …como quieras llamarlo, no sé si me explico…
Decía, entusiasmo por poner en práctica, algo que te emociona. Y que la idea de hacer algo nuevo, para relacionarte mejor, diferente de lo que sea que hagas ahora, te entusiasme todavía más.
Si es así y te interesa saber este sencillo y eficaz aprendizaje, por la falta del cual, no te gustaría que te multaran, solo tienes que ir a la segunda lección del curso y allí…
Leer con calma el correspondiente apartado y planificar cómo vas a ponerlo en marcha tú, en tus relaciones actuales.
Precisamente es algo que enseño a mis clientes.
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