, A veces, tienes que hablar con determinada persona, y sientes que se te hace cuesta arriba.
– Madre mía, otra vez. ¡Qué pereza me da! – piensas. Y ya de paso, imaginas el resultado de la conversación, y no te equivocas mucho.
Además, es matemático, que te vas con muy mal rollo, después de tratar el asunto con dicha persona.
Le ocurre a mucha gente…
El año pasado, estuve dando formación en una Empresa pequeña, pero que había sido recientemente comprada, por una gran multinacional extranjera.
Hubo cambios en la Organización y se recolocó al personal y se crearon nuevos puestos.
La cuestión es que, por trabajo, uno de mis alumnos, Pedro, tenía que delegar sus funciones, en María. Os podéis imaginar que aquí había muchas cosas que acordar: desde cuanto tiempo iba a estar enseñándole las nuevas funciones, cómo se lo iba a contar, hasta en qué momento iba a hacerlo.
A alguien le puede parecer sencillo, a otros les puede parecer difícil…El caso es que, esto de juntarse más de uno, para dar respuesta a un problema o para alcanzar un objetivo común, es, en muchas ocasiones, un gran reto…
Para Pedro y María era una constante fuente de discusión. Se pasaban las semanas sin hablarse, después de haber sido irónicos y a veces hirientes, el uno con el otro. Porque ellos no gritaban, pero mostraban mucha tensión en la voz…
María me decía: siento que el calor me sube, poco a poco, por el estómago y el pecho, hasta la cara. La cara me arde, los músculos se los brazos se me tensan, suplicando acción, y me sujeto la voz como si al frenarla, frenara también las ganas, de dar un puñetazo encima de la mesa.
Afortunadamente, Pedro y María lo conseguían….Sujetarse digo…
La mayoría de los conflictos no se resuelven por una sencilla razón:
La mayoría de las personas viven engañadas. Llevan toda la vida pensando lo que no es…
No saben qué hace, verdaderamente, que los conflictos sean abismos insalvables entre las personas.
No se sabe esto…
Y es algo tan simple…
Cuando lo sepas (lo puedes encontrar, al principio de la Lección 4, de mi curso “Cómo comunicarse para ser feliz”); como te decía, cuando lo sepas, ya no volverás a enfrentarte a un conflicto de la misma manera.
Y vas a aumentar mucho la probabilidad de mejorar el resultado, cuando te sientes a hablar con esa persona…
Mis clientes lo saben. Algunos porque contrataron mis servicios, otros porque compraron alguno o todos mis cursos.
Para aprenderlo, empieza suscribiéndote a mi lista de correos, accederás a toda la información: